1. Acéptalo todo (el miedo a la desaprobación)
El eje que mueve estos escenarios familiares es el miedo y el sometimiento.
El narcisista (o narcisistas, en caso de lo que sean ambos progenitores) marcan las pautas y los mandatos.
Nadie puede salirse de esas líneas, hay que aceptar todo lo que se diga, se ordene o se piense.
Es obligatorio, por ejemplo, tener unas mismas opiniones, unos mismos valores, ajustarse a la narrativa familiar…
Por ello, lo que sin duda define a los hijos en estas situaciones es el miedo a la desaprobación, a no ser como el narcisista quiere.